GiveWell: La revolución de los analistas financieros
- Andrés Gómez

- May 30
- 3 min read
Updated: Oct 22

Casos de estudio | Organizaciones exitosas
Así como existen marketplaces como Amazon o Rappi, donde puedes comparar precios, características y reseñas antes de tomar una decisión, ¿por qué no existe un marketplace similar para fundaciones y programas sociales? Uno donde puedas ver datos claros sobre su impacto, el costo por cada beneficio alcanzado, los tiempos de implementación y los tiempo de entrega.
Hoy esta idea ya no parece descabellada gracias a dos analistas financieros que, al fundar GiveWell, decidieron aplicar toda su intuición capitalista al análisis de soluciones para los grandes problemas sociales del mundo. Si bien ya existían esfuerzos académicos por priorizar causas y estudiar la costo-eficiencia de las intervenciones, GiveWell logró algo distinto: masificó este enfoque y lo convirtió en un estándar para la filantropía basada en evidencia.
Nos enseñaron que donar también es decidir. Y que, en un mundo con recursos limitados y necesidades enormes, la filantropía debe funcionar como un mercado competitivo donde los recursos sigan a los resultados.
Los orígenes: del mundo financiero al corazón de la filantropía
En 2007, dos analistas financieros de Bridgewater Associates—Holden Karnofsky y Elie Hassenfeld—se enfrentaron a una pregunta inquietante: si quisiéramos donar nuestro dinero de forma realmente efectiva, ¿cómo sabríamos a quién dárselo? Lo que empezó como una investigación personal se convirtió rápidamente en un proyecto a tiempo completo: descubrieron que era sorprendentemente difícil obtener evidencia creíble sobre el impacto de las organizaciones benéficas. Así nació GiveWell. Su ambición era tan simple como radical: encontrar las organizaciones que generaran más impacto por cada dólar invertido.
Mucho más que un "charity rater"
Antes de GiveWell, existían ya varios evaluadores de organizaciones benéficas, como Charity Navigator, GuideStar o BBB Wise Giving Alliance. Sin embargo, estos se enfocaban principalmente en aspectos administrativos, como el porcentaje de recursos dedicados a "gastos generales". Aunque bienintencionados, estos indicadores dicen poco sobre el verdadero impacto. GiveWell cambió las reglas del juego al poner el foco en la evidencia rigurosa, especialmente en las evaluaciones de impacto (RCTs), y en la idea de que no todas las causas generan el mismo bienestar. Por ejemplo, un dólar destinado a prevenir la malaria en África puede salvar una vida, mientras que ese mismo dólar en un contexto de ingreso medio puede tener un efecto marginal. Así, GiveWell no solo evalúa organizaciones, sino que ayuda a priorizar causas donde el impacto marginal de cada dólar sea extraordinario. Gracias a ellos sabemos que la salud global y la reducción de la pobreza son problemas particularmente graves pero también particularmente llenos de soluciones a bajo costo.
¿Qué programas recomienda GiveWell?
GiveWell dirige sus fondos a organizaciones que abordan problemas críticos de salud y pobreza en países de bajos ingresos. Entre sus recomendaciones históricas están Against Malaria Foundation (distribución de mosquiteros tratados con insecticida), Helen Keller International (suplementación de vitamina A), Malaria Consortium (quimioprevención estacional contra la malaria), y GiveDirectly (transferencias monetarias directas). Además, desde hace unos años, GiveWell ha comenzado a financiar programas experimentales con alto potencial, aunque aún con menor evidencia, como el uso de tecnología para mejorar la vacunación infantil o intervenciones nutricionales en etapa de diseño. Su transparencia es ejemplar: publican toda su evidencia, cálculos, dudas, y actualizan sus recomendaciones cada año.
Implicaciones para el futuro (y para América Latina)
Hoy, los grandes donantes del mundo, incluido el propio Bill Gates, recomiendan usar GiveWell como guía para decidir dónde donar. Iniciativas como Ayuda Efectiva (España), High Impact Athletes (Australia) y DoeBem (Brasil) se han inspirado directamente en sus principios.
Sin embargo, hasta el momento GiveWell no ha emitido recomendaciones para América Latina. Esto es especialmente llamativo en una región donde los niveles de sufrimiento humano son altísimos y donde existen oportunidades claras de alto impacto. Organizaciones como DoeBem han comenzado a llenar ese vacío en Brasil, pero queda mucho por hacer.
También resulta revelador que ninguna de las grandes agencias tradicionales de cooperación aparezca entre las recomendaciones de GiveWell. Esto nos enfrenta a una verdad incómoda: la filantropía verdaderamente efectiva, aquella que maximiza el bienestar humano por cada dólar, suele estar más cerca de centros de producción de conocimiento riguroso que de las burocracias multilaterales.
Estamos construyendo el futuro de la filantropía en América Latina. Escríbeme y abramos la conversación.



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