Creación de una estrategia de filantropía corporativa
Andrés Gómez
Jul 16
2 min read
Cuando comenzamos este proyecto, nos propusimos un reto ambicioso: diseñar una estrategia de filantropía corporativa en nutrición y salud guiada por evidencia. Queríamos entender cuáles son los problemas más urgentes en Colombia, qué soluciones han demostrado ser más costo-efectivas y cómo orientar las donaciones empresariales para lograr un impacto real, medible y sostenible.
Para abordar estas preguntas, analizamos el perfil epidemiológico del país usando fuentes como el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN), boletines del Instituto Nacional de Salud y literatura académica nacional e internacional. Combinamos datos de carga de enfermedad con evidencia sobre intervenciones efectivas para construir una imagen clara de las necesidades y oportunidades en salud y nutrición.
Con esta base, construimos un índice de priorización que nos permitió comparar sistemáticamente distintas condiciones de salud pública. Asignamos pesos a variables clave como el número de personas afectadas, la distancia al umbral de salud pública, la tendencia del problema, el costo por persona atendida, el costo por DALY evitado, la escalabilidad de las soluciones y la capacidad de implementación. Las variables más determinantes fueron la costo-efectividad (30%) y el costo por impacto generado (32%).
¿Qué priorizamos y por qué?
El análisis arrojó resultados contundentes. Las intervenciones más costo-efectivas están relacionadas con desparasitación masiva (geohelmintiasis), tratamiento de la desnutrición crónica y aguda, y promoción de la lactancia materna exclusiva. También encontramos evidencia sólida para intervenciones relacionadas con déficits de micronutrientes, especialmente hierro, vitamina A y zinc.
Estas condiciones no solo afectan a millones de personas en Colombia, sino que además tienen soluciones viables, de bajo costo y con fuerte evidencia de impacto. En contraste, problemas como la diabetes, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, aunque masivos y crecientes, implican intervenciones más costosas y de menor costo-efectividad, lo que los ubica en una zona de oportunidad para rediseñar enfoques más eficientes.
¿Qué aprendimos?
Una de las principales lecciones fue que la filantropía empresarial puede (y debe) aplicar el mismo rigor que se aplica a las decisiones financieras o estratégicas. Donar no es suficiente: hay que saber dónde donar, por qué y con qué evidencia. La buena voluntad es solo el punto de partida. Para maximizar impacto, necesitamos decisiones informadas, diagnósticos basados en datos y selección cuidadosa de programas.
También aprendimos que muchas de las intervenciones más costo-efectivas son poco visibles en el ecosistema filantrópico empresarial. Invertir en ellas no solo genera retornos sociales importantes, sino que también posiciona a las empresas como actores serios, estratégicos y transformadores dentro del desarrollo del país.
¿Tu empresa está pensando en cómo alinear su propósito social con resultados reales? En Once Once te ayudamos a diseñar estrategias de inversión social con base en evidencia, impacto y escalabilidad. Escríbenos.
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